viernes, 12 de octubre de 2012

El uso de los celulares en las horas de clase


El uso de los celulares en las horas de clase

-Arturo Rojas Huerta-

Los celulares han inundado el aula de clases por los adolescentes y jóvenes. Esto genera preocupación en los profesores porque estos aparatitos no son dejados ni a sol a ni a sombra y perturban los tiempos que debe tener el proceso de enseñanza-aprendizaje; dejando de ser un elemento útil de seguridad de los estudiantes a un elemento “distractor”.

En mi práctica docente he podido ver como muchos adolescentes están constantemente observando ansiosos la pantallita del celular a ver si hay un mensaje o una llamada entrante y dejan de lado el trabajo del aula o no prestan atención a las explicaciones sobre el tema de clase.

El uso del celular por los adolescentes y en especial en el aula de clase se ha convertido en un patrón cultural, que son hábitos que se aprenden simplemente al vivirlos y sin necesidad de hacerlos conscientes. Y que como ya se señaló, ocasiona trastornos en el aprendizaje, molestias e interrupciones en las clases cuando los mantienen encendidos.
Cuando a los estudiantes se les pide que apaguen o entreguen el celular se desesperan o miran mal al docente como si éste les hubiera pedido algo inapropiado.
Estos aparatitos además permiten que se utilicen los mensajes como “machotes electrónicos”, lo cual puede permitir copiarse en el examen si el docente no está muy atento o se descuida un poco.
Estos celulares son un instrumento valiosísimo si se utilizan adecuadamente porque permite hablar con una persona desde cualquier lugar de manera ambulatoria, además de ser útil para la seguridad de los niños porque los mantiene en contacto con su familia y los padres saben donde están y estos se puedan comunicar rápidamente con ellos si tienen algún problema.
 Aunque el celular permite hablar desde donde uno quiera; se debe controlar la compulsión de hablar todo el tiempo por él.  
El celular no debe dominar todos los espacios. Se pueden y deben apagar en ciertas circunstancias: como cuando se maneja, un piloto en el avión, un jugador en medio del partido o un estudiante cuando está en clases o está estudiando. Porque Aprender requiere atender. Y debe respetarse ese momento. Así de simple. Son todas cosas de riguroso sentido común; y no necesitan ser reglamentadas.

Y a manera de conclusión: ninguna escuela puede permitir que un alumno mantenga su celular encendido en clase, porque distrae y es una falta de respeto al docente y a la clase que imparte.

Publicado en La prensa el 30 de abril de 2011



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