Cuando terminé
los cinco años de estudios de pregrado,
todavía estaba con muchas interrogantes sobre lo que es la investigación
educativa y cómo se podía aplicar de la mejor manera en el proceso de enseñanza
aprendizaje. ¿Lo ideal sería la investigación cuantitativa o la cualitativa
para el ámbito educativo?; aunque a ciencia cierta no sabía la diferencia que
podría haber entre estas dos, porque ningún profesor de los cuatro cursos de
investigación que recibí: metodología de
la investigación, seminario de investigación educacional, diseño de
investigación y taller de tesis; me pudo explicar o no se pudo dar a
entender.
¿Esto les
pasará a muchos estudiantes cuando
egresan del pregrado o fue sólo cosa mía?
Considero que
esto le pasa a muchos docentes que en su práctica pedagógica no pueden aplicar
todo lo abstracto que les fue transmitido en los años que estuvieron en la
universidad, porque ésta a pesar de ser una institución que debe estar acorde
con los nuevos tiempos e implementar los más avanzados aportes de la
psicopedagogía y de las ciencias cognitivas sobre como aprenden los alumnos; más
bien se centra en la enseñanza o sea sólo en la transmisión de los
conocimientos no considerando la investigación como una forma de producir
nuevos conocimientos, y debido a esto que muchos de esos conocimientos que
transmiten los docentes universitarios ya están desfasados y por lo tanto, ya
no son pertinentes hoy en día; además que si la universidad no está teniendo en
cuenta la investigación como forma de producir conocimientos y la extensión
como forma de aplicar esos conocimientos en la vida social y productiva:
prácticamente no está cumpliendo con el informe Delors (1998) que pide para los
nuevos tiempos que la finalidad primordial de la educación debe ser que los
estudiantes puedan aprender a aprender, aprender a convivir, aprender a hacer,
aprender a ser.
La universidad
al no incentivar la investigación en su interior se está volviendo obsoleta a
los nuevos tiempos, por lo que se vería amenazada por otra institución que la
reemplazaría si ésta no cumple con su responsabilidad social; pues la
universidad es una institución post convento, que reemplazó a los monjes
aislados en los conventos porque estos no se adaptaron a los cambios y
exigencias del mundo hace mil años. Cambios en los métodos de enseñanza e
investigación, en los contenidos de la vida intelectual; y en las exigencias de
nuevos conocimientos para entender y cambiar el mundo. Entonces si la
universidad no cambia y no se adapta a las exigencias que le hace el mundo de
hoy, como hace mil años de haber reemplazado a los conventos como centros del
saber, esta desaparecerá y la reemplazará otra que sería la “post universidad”
según Cristovam Buarque. Que según este autor estaría más acorde con el
extraordinario crecimiento de la masa de conocimientos en todas las áreas y la
alucinante velocidad con que éstos se transmiten a nivel mundial, por lo que la
educación de hoy en día, debe ser concebida como un proceso “permanente” y que
acompañe a los seres humanos “durante toda la vida”.
La mayoría de
los docentes no investiga o no lo hace de manera científica porque no tienen
las herramientas y conocimientos necesarios para hacerlos, aunque tal vez los
tenga pero como en su estructura cognitiva no los tiene bien estructurados y
ordenados de manera lógica y coherente, pues como ya se dijo no se incentivó a aprender a aprender y
a aprender a hacer y, por consiguiente, tampoco podrá “aprender a ser”.
Y eso que la
indagación, la búsqueda, la investigación, forman parte de la naturaleza de la
práctica pedagógica del docente. Por lo que según Freire seria innecesario
hacer distinciones entre docente y docente investigador, porque todo docente es
un investigador.
El docente es un
investigador, no en el sentido tal vez de producir nuevos conocimientos sino en
el sentido que debe lograr construir sus propios conocimientos en la disciplina
que imparte para de esta manera estar en la capacidad de enseñarla, porque el
docente no es sólo un proveedor de información (porque para desempeñar esa
función tenemos a la computadora y a la biblioteca); sino que es quien promueve
y desarrolla los procesos intelectuales de sus alumnos para hacerlos pensar,
reflexionar, investigar, estudiar y comprender.
Por lo tanto,
según Freire “No hay enseñanza sin
investigación, ni investigación sin enseñanza”.
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